martes, 20 de julio de 2010

CAPITULO 1

Es una verdad universalmente conocida que un zombie en posesión de un cerebro debe estar en procura de más cerebros. Nunca esta verdad había sido más cierta que durante los recientes ataques en Netherfield Park, donde en una pensión dieciocho personas fueron masacradas y consumidas por una horda de muertos vivientes.

“Mi querido Sr. Bennet,” le dijo su señora un buen dia, “¿has escuchado que Netherfield Park está siendo invadido nuevamente?”

Sr. Bennet respondió que no y volvió a sus tareas diarias matutinas de afilado de dagas y brillo de musket – ya que la frecuencia de los ataques de los innombrables había crecido alarmantemente en semanas recientes.

“pero así es,” dijo ella.

El Sr. Bennet no pronuncio respuesta.

“¿Acaso no quieres saber quien lo ha hecho?” Explotó ella impacientemente.

“Mujer, estoy ocupado con mi musket. Parlotea si es que tienes, pero déjame en la defensa de mi estado!”

Dicha invitación fue suficiente.

“Porque, querido mío, la señora Long dice que ha sido invadida por un hombre de gran fortuna; que escapo a Londres en un carruaje justo cuando la extraña plaga traspasó la línea de Manchester.”

“¿Cómo se llama?”

“Bingley. Un hombre soltero de cuatro o cinco mil al año. ¡Qué cosa más fina para nuestras niñas!”

“¿Cómo así? ¿Puede él entrenarlas en las artes del manejo de armas y espadas?”

“¡Cómo puedes ser tan testarudo! Debes saber que estoy pensando en que se case con una de ellas.”

“¿Matrimonio? ¿En tiempos como estos? Seguro que este Bingley no tiene tales designios.”

“¡Designios! Qué locura, ¡cómo puedes hablar así! Es muy probable que pueda enamorarse de una de ellas, y es por eso que debes visitarlos tan pronto como llegue.”

“No veo por qué deba hacerlo. Además, no debemos congestionar los caminos más de lo estrictamente necesario, hay que evitar perder más caballos y carruajes con este sufrimiento que ha causado tantos problemas a nuestra querida Hertfordshire”

“¡Pero considera a tus hijas!”

“¡Las estoy considerando tonta mujer! ¡Preferiría por mucho que sus mentes estuvieran concentradas en las artes mortales que nubadas con sueños de matrimonio y fortuna, como la tuya claramente ya esta! Ve y visita a este Bingley si así debes, pero te advierto que ninguna de nuestras niñas es muy de recomendar; todas son tontas e ignorantes como su madre, la excepción seria Lizzy, que tiene un poco mas de instinto asesino que sus hermanas.”

“¿Sr. Bennet cómo puedes abusar de tus hijas de tal forma?, Te deleitas afligiéndome. No tienes compasión por mis pobres nervios.”

“Me mal interpretas, querida. Le tengo mucho respeto a tus nervios. Son mis viejos amigos. Escasamente y he escuchado sobre otra cosa que no sean tus nervios por los últimos veinte años.”

El Sr. Bennet era una extraña mezcla de varias cosas, humor sarcástico, reserva, auto disciplina, que la experiencia de tres y veinte años habían sido insuficientes para hacer que su esposa entendiera su carácter. Al contrario Su mente era más fácil de desarrollar. Ella era una mujer de entendimiento básico, poca información y temperamento incierto. Cuando estaba inconforme, se veía a sí misma nerviosa. Y cuando estaba nerviosa – como estaba casi todo el tiempo después del primer ataque de la extraña plaga cuando aún era joven – buscaba sosiego en el confort de las tradiciones que ya parecían insignificantes para otros.

El negocio en la vida de Mr. Bennet era mantener sus hijas con vida. El de la Sra. Bennet era que conseguir que se casaran.

No hay comentarios:

Publicar un comentario